Esta sociedad se está haciendo cada vez más competitiva. La educación y el sistema que tenemos establecido nos empujan a estar cada vez más preparados y con cualidades y habilidades cada vez más diferenciadas, pero en realidad ¿cómo nos diferenciamos de otros negocios que tienen servicios o productos similares? Pues en el valor agregado.
¿Cómo vamos a dar valor a sus productos o servicios? Sabemos que necesitamos que nos compren, y sabemos que tenemos que ofrecer algo distinto de la competencia, pero nos rompemos la cabeza haciendo números para competir por precio o inventando otros servicios que los demás no tengan.
Está bien sacar algo al mercado que no exista, inventar un producto nuevo, pero se necesita una fuerte inversión de tiempo y de dinero. Además crear algo desde cero implica hacer un estudio exhaustivo sobre lo que estamos ofreciendo para saber si tiene aceptación y suficiente público que esté dispuesto a invertir en él.
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hacerlo de otro modo, en cuanto a atención al cliente, a distribución o crear un valor añadido por ejemplo como crear un servicio complementario a un producto, como por ejemplo una asesoría gratuita acompañando un producto de cierto precio. La gente agradece ese valor como un detalle para agradecerles su inversión.
En el caso de la venta de servicios, muchas veces lo valoramos en torno a una cierta cantidad de tiempo, o sea, vendes horas de tu tiempo a un cierto precio. El problema es que tu tiempo es limitado y no puedes cargar más horas a tu día, con lo cual tus ingresos también serán limitados.
El servicio que ofreces tiene que solucionar un problema que tiene el cliente, así que el valor de tu servicio es la solución a tu problema, puede ser además con extras que faciliten otras áreas de su vida o con bonos complementarios que le ayuden a solucionar su problema.
En ese caso tienes que plantearte no competir con los precios de la competencia y hacerlo más barato para conseguir más clientes. La gente invierte en los que confía que les pueden solucionar su problema, así que los que te compren por una mera cuestión de ahorro, serán clientes que te pedirán descuentos y no valoren tu trabajo. Entrar en una guerra de precios no te conviene, siempre habrá quien lo bajará más que tú y estarás frustrada por trabajar muchas horas y no recompensarte todo el tiempo que inviertes.
Hoy en día puedes formarte en las aptitudes y habilidades que necesitas desarrollar con la amplia oferta de formación que existe. Pero en lo que se refiere a la actitud, cuesta más de adquirir. Requiere pasar por un proceso de desarrollo personal, en caso de que no la tengas incorporada, para generar confianza y seguridad en ti misma, para retarte a salir de tu comodidad y hacer las cosas de diferente forma, para tener iniciativa y anticiparte en cuanto a hacer cosas, para poder generar opciones y alternativas, para detectar oportunidades, para ser creativa, innovadora, y para ser perseverante para conseguir lo que deseas.
Para que los clientes elijan invertir en ti en lugar de a tu competencia, tienes que edificar una relación de confianza. Desarrollar tu marca personal, para que te busquen para que les soluciones su problema, no porque eres barato o eres el primero que encuentran. La gente busca y compara y compra emocionalmente. Si tu no creas cierto interés, no van a fijarse en ti.
Aquí es conveniente edificar tu marca desde abajo. ¿Cómo quieres que te perciban los demás? ¿Con qué valores vas a basarte? ¿Qué propósito tienes tú y tu empresa? ¿Cuál es tu historia y cómo has llegado aquí? A la gente no le gusta que le vendan, pero le gusta comprar, así que si ofreces lo que ellos necesitan, creen en ti y confían que es la solución, invertirán en ti.
Solo tienes que encontrar esa diferencia que hará tu oferta irresistible, porque supondrá un valor para tus clientes, y eso es lo que ahora tenemos que buscar, el valor de lo que ofrecemos y el que nos tenemos que dar, ya que nadie puede ofrecer EXACTAMENTE los mismos productos o servicios que nosotros y de la misma forma. El valor, tu valor es algo que no se puede copiar. Todos somos distintos y nos regimos por valores y propósitos distintos, así que esa diferencia será el punto entre la venta o no.