Todos conocemos a alguien que parece pegado a su smartphone, que todo el tiempo está revisando emails, tomando llamadas durante las comidas e incluso durmiendo con el dispositivo a un lado.
En 2007, Levi Felix era ese tipo. Como vicepresidente y director creativo de una startup de tecnología en Los Ángeles, Felix trabajaba 60 horas a la semana y estaba disponible para las llamadas de negocios a todas horas. Mantuvo este ritmo durante dos años hasta que se quemó… literalmente. “Terminé en el hospital con hemorragia interna”, dice. “Pensé que era una intoxicación por alimentación, pero realmente era mi cuerpo diciéndome que bajara el ritmo”.
Felix cambió sus prioridades –decidió viajar alrededor del mundo con su novia por más de dos años. Durante el transcurso de ese viaje, su salud y humor cambiaron, pero cuando regresaron a Estados Unidos en 2012 notó que el ritmo de vida había empeorado.
“A todos lados a los que iba observaba a personas inmersas en sus pantallas”, dice. “En el metro y en los restaurantes –nadie hablaba con nadie. Sentí que eso estaba mal y quería hacer algo para evitarlo”.
Entonces lanzó The Digital Detox, una empresa que realiza retiros y campamentos de verano libres de tecnología. Además de la demanda de desenchufarse por varios días, el programa ofrece herramientas y recursos para ayudar a las personas a disminuir el ritmo y a estar más presentes en sus vidas. “La tecnología puede afectar tu vida si sientes una necesidad compulsiva de revisarla”, afirma Felix. “El primer paso es reconocerlo y el segundo hacer algo al respecto”.
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Felix comparte cinco cosas que puedes hacer para conseguir una desintoxicación tecnológica:
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El temor a perder algo importante lleva a muchas personas a revisar compulsivamente sus teléfonos y mails varias veces al día. En lugar, deja que las otras personas sepan a través de redes sociales, mail, teléfono o en conversaciones cara a cara que estarás offline y no estarás disponible durante varias horas. Puedes brindarles una forma alternativa de comunicación en caso de emergencia. “Esto ayudará a tranquilizar tus nervios y disminuir la tentación de encontrar una excusa para conectarte”, afirma Felix.
Muchas personas usan sus smartphones para levantarse en las mañanas, pero tener el dispositivo a un lado de tu cama puede crear una urgencia de revisar tus mensajes lo primero en la mañana. En lugar, Felix sugiere hacerte un café o té e iniciar tu día en tus propios términos antes de involucrarte en emails, Facebook, memes, noticias u otras formas de comunicación digital.
Más de un tercio de los empleados comen en sus escritorios, de acuerdo con un estudio de la empresa Right Management. Pero Felix dice que las comidas deben ser un momento para desenchufarte. “Establece las horas de comida como una oportunidad para conectarte con tu comida, con la gente que te rodea y contigo mismo”, recomienda Felix.
Las alertas de Facebook, Twitter y email interrumpen tu día y tu proceso de pensamiento. En lugar, Felix sugiere que elijas las horas para revisar tus mensajes y cúmplelas. “No dejes que las alarmas y vibraciones del mundo online te saquen del momento que estás disfrutando”, afirma Felix. “A menos de que seas responsable de salvar vidas, no necesitas estar conectado todo el tiempo”.
Con el mundo en tus dedos, el aburrimiento pudiera ser algo del pasado. Pero Felix dice que los momentos sin ocuparse pueden ser mágicos y que cuando éstos te tienten a revisar tu email o Facebook, ¡Resiste!. “En esos momentos, cuando no tienes intención ni expectativa, es cuando tenemos una idea increíble o recordamos algo que habíamos olvidado”, dice. “No combatas con el aburrimiento –siéntate con él y observa hacia dónde te lleva”.