¿En algún momento has pensado que lo que haces en redes sociales no funciona? lo más probable es que tu estrategia está mal, no tienes definido nada, y seguramente publicas por publicar, pero en nuestra sección de agencias vamos a explorar todos los errores y soluciones de lo que se hace y lo que no se debería de hacer en tu plan de Inbound Marketing o Marketing de Contenidos.
Lo primero es lo primero, el inbound marketing es una metodología que combina técnicas de marketing y publicidad, pero siempre de forma NO intrusiva, así se consigue contactar con un usuario al inicio del proceso de compra y acompañarle hasta que hace la transacción final.
De esta forma, combina técnicas clásicas que seguro que ya conoces, como marketing de contenidos, SEO, social media marketing, publicidad en buscadores o email marketing para conseguir llegar al usuario sin agobiarlo y dándole valor en todo momento.
La metodología del inbound marketing o marketing de contenidos se trabaja en cuatro fases diferentes, pero igual de importantes, que ofrecen un resultado muy bueno y adaptado a las necesidades de cada empresa.
Este es un breve análisis de cada una de ellas:
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a través de distintas técnicas de marketing y la publicidad, como el marketing de contenidos, las redes sociales o el SEO, se atrae y se dirige a un usuario hacia una página web con información útil para conocer y entender su necesidad.
Una vez que se han atraído visitas es hora de convertirlas en una base de datos que sea de utilidad para la empresa. Para ello, se ofrecen a cambio contenidos relevantes y personalizados, que se podrán descargar a cambio de rellenar un formulario.
Tras haber convertido, los usuarios reciben, a través del correo electrónico, información útil para cada una de las fases de su proceso de compra con el objetivo de acompañarles durante el proceso y dirigirles hasta la compra.
Para poder realizarlo, las empresas se sirven de técnicas de automatización del marketing, concretamente usan dos: el lead scoring y el lead nurturing.
Esta última fase consiste en mantener a los clientes satisfechos, ofrecerles información útil y cuidar a los registros, aunque nunca vayan a ser clientes, porque se pueden convertir en prescriptores para otros que sí cumplen con las características.