A los medios les gusta hablar de la diversión de trabajar en una startup, pero la realidad es que ser empleado en una no se parece nada a un día de playa. Verás que muchas de ellas operan con una mentalidad de “trabaja duro, juega duro”. Y aunque disfrutarás de varias horas de alegría y torneos de ping-pong, también notarás que el trabajo es muy demandante; probablemente mucho mayor a cualquier cosa que hayas experimentado anteriormente.
Por eso te comparto siete consejos que he aprendido a lo largo de los años para ayudarte no sólo a sobrevivir, sino a crecer en una startup:
1. Adopta la misión. Los emprendedores más exitosos son muy apasionados de su trabajo. Es el fuego en sus estómagos el que los impulsa a triunfar. De manera similar, si te vas a comprometer a trabajar en una startup debes creer en su misión. Busca organizaciones que estén haciendo algo que te interese. Nunca conseguirás grandes resultados si no te emociona el trabajo.
2. Reconoce y acepta que trabajarás muchas horas. Si piensas introducirte al mundo de las startups, primero necesitas reconocer que estarás en la oficina mucho tiempo. El segundo paso es aceptarlo. Al principio era común que mi equipo trabajara 12 horas al día y en fines de semana para alcanzar las metas. En una startup siempre hay más trabajo por hacer y menos personas que lo hagan. No irás a la oficina a ver Facebook, irás a trabajar. Acepta este hecho.
3. Establece expectativas con tus seres queridos. No todos en tus círculos cercanos entenderán el compromiso que requiere una startup. Es importante que establezcas expectativas con ellos. No hay nada peor que recibir una llamada de un amigo a las 5:30 p.m. preguntándote cómo estuvo tu día cuando a tu jornada aún le quedan algunas horas. Para evitar estas frustraciones, fija expectativas con ellos y define horarios de comunicación.
4. Toma la iniciativa. En mi primer día, me dieron una computadora en una caja acompañada de unas instrucciones básicas sobre cómo usar los sistemas y cómo lidiar con los problemas de los clientes. Ese día aprendí dos cosas: 1) Cómo instalar una computadora y 2) Que si quería tener éxito en esa empresa, necesitaba tomar la iniciativa.
No esperes que tu empresa resuelva todo. Una startup apenas está definiendo las guías para formalizar el negocio. Y ésa es una de las razones por las que trabajar en una es emocionante y aterrorizante a la vez. Acepta el caos y toma un rol activo.
5. Rellena los huecos. En la tierra de las startups, las prioridades y proyectos pueden cambiar de un día a otro. Comunícate abiertamente para evitar confusiones. Ponte al corriente de manera regular con tu equipo para asegurar que todos estén en la misma página y trabajando en torno a la misma meta. No asumas que lo hacen; es mejor ser sobre comunicativo que dejar que algo se te escape de las manos.
6. Busca el balance. No mentiré y diré que es fácil encontrar el balance entre trabajo y vida personal, pero gracias a la tecnología móvil, es mucho más fácil que nunca. Identifica qué es lo más importante para ti y busca formas creativas de hacer tiempo para esas prioridades. Por ejemplo, investiga si puedes trabajar a veces desde casa, de manera que puedas cenar con tu familia y después atender una videollamada.
7. Conoce cuándo tomar un respiro. El trabajo será estresante a veces. Es por eso que es importante saber cuándo alejarte de la computadora para regresar con una mirada fresca. Busca una forma de sacar tu estrés, ya sea tocando la batería, meditando o lanzando dardos con tu compañero. Recarga tus baterías y regresa listo para enfrentar el siguiente reto.
Uno de los pasatiempos preferidos de los “startuperos” es leer, no cualquier cosa, suele ser lectura de negocios, y puedo recomendarte al menos dos libros para comenzar a tener un tiempo de paz pero sin abandonar la práctica: